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Investigadoras de la UACH 'curan el agua' con flores de cempasuchil

En medio de la crisis hídrica, un innovador sistema para depurar el agua con esta planta quiere ser una solución a la escasez de agua y al derroche ornamental

Cortesía

Por Susuky Cortez Leo

Famosa por su brillante color y por su tradicional uso en las ofrendas de Día de Muertos, la flor de cempasúchil es un ícono de México en el mundo, pero para la docente e investigadora de la Universidad Autónoma de Chihuahua, Ángela Yumil Romero, es la protagonista de un proyecto ambientalista innovador y noble, para ‘curar’ el agua.

La docente chihuahuense es especialista en el desarrollo de negocios sostenibles para comunidades vulnerables, y ante la escasez de agua que viven algunas regiones del estado le surgió la idea de encontrar una manera para evitar desperdiciarla.

Fue en el 2016 cuando comenzó con la investigación junto con otros proyectos en conjunto con la doctora Cecilia Valles.

El proyecto consiste en un tratamiento de fitorremediación, completamente natural, que sirve para reciclar el agua. El agua resultante no solo salió limpia: permitía la vida. En cultivos, aumentó el número de polinizadores y la variedad de especies.

Innovador y noble

La invesitadora y su equipo de alumnos de la UACH, crearon un sistema de humedales con flores ornamentales e hicieron circular aguas que resultan cuando nos bañamos, lavamos nuestros dientes o la ropa. Las raíces de las flores absorben la materia orgánica e inorgánica y la depuran a través de sus hojas.

“Sabía que hay flores endémicas que tienen propiedades depurativas. Emplearlas para reutilizar el agua podría ser una idea rentable. Empezamos desde la sostenibilidad, partimos también del hecho de que en nuestra cultura ya son parte de los agro negocios”, dijo Romero.

“El cempasúchil es una flor que consume poca agua porque ellas también necesitan agua para su producción, a diferencia de las otras investigaciones ambientales, nosotros teníamos que estar cuidando, porque se trataba que terminara con ese doble propósito y finalmente el agua obtenida nos dio muy buenos resultados”, contó.

Beneficio de alto impacto

Este proyecto no sólo significa un beneficio para la comunidad, igual para la profesora ha significado “enamorarse del proceso, no del resultado”.

“Conlleva autodisciplina, pero la investigación tiene esa magia de cuando te atrapa, es algo que te va a gustar siempre en su parte técnica, metódica y esa creatividad es algo que complementa la exploración”,

afirma la investigadora.

Asimismo, hay una satisfacción de saber que Chihuahua es altamente productiva en flores. “Aunque nunca vamos a llegar a los estándares del centro de México, porque ellos tienen otra

condición climática que los favorece, pero nosotros a cielo abierto y con las condiciones que tenemos somos grandes productores de flores”, dice la docente

CULTURA POR EL CUIDADO DEL AGUA

“Cuiden el agua, el agua es vida, es triste porque la naturaleza tiene todas las armas para sobrellevar una contaminación y a veces los seres humanos no hacemos ese clic como que nos hemos desnaturalizado y

apartado, es algo hermoso el regar las macetas el sentir sus olores, se tiene una calidad de vida al hacer algo bueno por el medio ambiente te va a dejar un regalo, ese contacto con la naturaleza es importante”,

puntualizó con su voz entre cortada. la docente e investigadora Ángela Yumil Romero.

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